Cuidamos las condiciones de nuestras instalaciones para asegurar la seguridad y salud de nuestros trabajadores. Periódicamente pasamos por la evaluación SMETA, basada en el Código ETI (Ethical Trade Initiative), y por una evaluación anual de Riesgos en las Prácticas Sociales (GRASP), basada en los Convenios de la OIT.

Aplicamos el sistema de gestión que hemos creado y las evaluaciones SMETA y GRASP a nuestra cadena de suministro (los socios de BioSabor). A partir de 2020 se aplicará nuestro primer Código Ético, que incluye aspectos relativos a los derechos humanos.

Con la evaluación GRASP, se comprueba el cumplimiento de los Convenios de la OIT, en particular: el Convenio OIT 87 sobre libertad sindical y el Convenio OIT 98 sobre derecho de sindicación y negociación colectiva. Todo ello es asegurado también por la auditoría SMETA. Dichos compromisos son recogidos en nuestra Política de Responsabilidad Social. Actualmente la plantilla cuenta con un representante de los empleados, elegido libremente.

En nuestra Política de Responsabilidad Social, incluimos el cumplimiento de los Convenios OIT 29 y 105 sobre trabajo forzoso, que se comprueba en las evaluaciones GRASP y SMETA.

Cumplimos con los Convenios OIT 138 y 182 sobre edad mínima y trabajo infantil, aspecto comprobado en las evaluaciones GRASP y SMETA.

Cumplimos con los Convenios OIT 111 sobre discriminación y 100 sobre igualdad de remuneración, habiendo sido integrados en nuestra Política de Responsabilidad Social.

Las evaluaciones GRASP y SMETA comprueban la no existencia de discriminación en BioSabor, donde contamos con una proporción casi igual de hombres y mujeres, y de orígenes tan distintos como España, Letonia, Malí, Marruecos, Rumanía, Argentina, etc.

Además, desde 2016, hemos estado aplicando nuestro I Plan de Igualdad de Oportunidades de Hombres y Mujeres, formado por medidas específicas en las áreas de selección, contratación, promoción, formación, retribución, conciliación, salud laboral, acoso, y comunicación y sensibilización.

Contamos con un Plan de Gestión Ambiental 2019-2020, donde se especifican las áreas sobre las que actuamos y con las que debemos tener especial cuidado por la naturaleza de nuestra actividad; además de un Sistema de Gestión de Residuos, incluido en nuestro Sistema de Gestión de la Calidad.

Hemos sido nombrados “empresa de residuo alimentario cero”, por AECOC, por la labor que realizamos reduciendo al máximo y reutilizando los posibles residuos de nuestra producción. Utilizamos técnicas de producción ecológicas, que minimizan los impactos de la agricultura en el medio ambiente.

Contamos con las certificaciones GLOBALG.A.P., Producción ecológica y Bio Suisse, que incluyen requisitos asociados al respeto ambiental. En particular, al unirnos a la iniciativa GLOBALG.A.P, fomentamos la adopción de buenas prácticas agrícolas (Good Agricultural Practices).

La nave de manipulado tiene un diseño eco-eficiente, que cuenta con un sistema de recogida de aguas pluviales, placas solares que permiten un auto-consumo de 7% de la energía requerida por la planta, fachada ventilada, cubierta de panel aislante con falso techo creando también una cámara de aire que funciona mucho mejor térmicamente, lucernarios de policarbonato multiceldilla…

Las fincas han sido actualizadas y un 30% son del tipo multitúnel; se optimiza la ventilación de las estructuras y se cuenta con un sistema de riego que minimiza el uso del agua.

Hemos diseñado nuestro primer Sistema de Gestión de Compliance Penal y Código de Conducta, que serán aplicados a partir de 2020, tanto en BioSabor como en todos sus grupos de interés.