La segunda línea estratégica de Biosabor busca fomentar la utilización de una agricultura ecológica y sus técnicas de optimización para el logro de una producción alimentaria suficiente, saludable y sostenible. En concreto, en nuestro día a día contribuimos a la meta 2.4, directamente relacionada con la acción empresarial AE1: Apoyar a los agricultores para aumentar los rendimientos y los ingresos de la agricultura sostenible. Las técnicas de producción ecológica, la planificación de cultivo y gestión de cantidades y volúmenes en función de la venta al cliente, junto con los servicios de asesoramiento a agricultores y departamento técnico de apoyo, son algunas de las formas que tenemos de llevar a cabo nuestra labor y contribución a esta meta y acción.
Asimismo, como empresa comprometida con la eliminación del desperdicio alimentario, reforzamos nuestro apoyo a la meta 2.1 y la acción empresarial AE3: Trabajar para eliminar el desperdicio y la pérdida de alimentos, entre otros con el control de nuestra cadena de valor y de los desperdicios que se puedan producir y con las donaciones a bancos de alimentos.
Con la utilización de las técnicas de agricultura ecológica, que conlleva la eliminación de pesticidas y materias tóxicas de los cultivos y los productos, garantizamos la salud de nuestros clientes y nuestros empleados. De esta forma, apoyamos la acción empresarial AE2: Investigar, desarrollar y desplegar productos, servicios y modelos comerciales para mejorar los resultados de salud.
Los recursos hídricos son limitados. Siendo la agricultura la principal causa del consumo de este preciado recurso en España, para Biosabor era indispensable optimizar su utilización y reducir su contaminación. Así, hemos puesto en marcha distintas técnicas para la gestión de los recursos hídricos que permiten optimizarlos: el riego por goteo, la utilización de comunidades de regantes para obtener agua desalada, la recogida de aguas pluviales, y el sistema de cultivo por enarenado. Con ello, apoyamos la meta 6.4.
Además, al no utilizar agentes químicos tóxicos en nuestros cultivos, protegemos los suelos y, por tanto, las fuentes de agua subterráneas, que se mantienen libres de contaminación, apoyando de esta forma la meta 6.3. Todo ello apoya, asimismo, la acción empresarial AE1: Desarrollar e implementar estrategias integrales sobre el agua, que sean socialmente equitativas, ambientalmente sostenibles y económicamente beneficiosas en cuencas hidrográficas alrededor de las operaciones de la empresa y de la cadena de suministro.
Biosabor cuenta con una planta de autoconsumo, con la que se genera anualmente el 7% del consumo del centro de envasado. Además, desde esta campaña se ha contratado el resto de la energía de origen fotovoltaico.
Con ello, desde 2020 el 100% de la energía consumida por la empresa procede de fuentes renovables, respaldando así la meta 7.2 y la acción empresarial AE1: Aumentar significativamente la eficiencia energética, satisfacer las necesidades de energía restantes de fuentes renovables y promover la misma acción en toda la cadena de suministro.
La agricultura es una actividad intensiva en mano de obra, que provee gran cantidad de empleo en los periodos de cosecha. Además, en Biosabor invertimos específicamente en innovación e investigación de técnicas y tecnologías de agricultura sostenible que fomenten la productividad y la calidad de los cultivos.
Con estos aspectos apoyamos la meta 8.2. Asimismo, con el desarrollo de técnicas de cultivo sostenibles, no sólo evitamos el deterioro del medio ambiente, sino que lo mejoramos, contribuyendo así a la meta 8.4.
Con el desarrollo de procesos productivos innovadores y sostenibles, como las técnicas de agricultura ecológica que constantemente actualizamos, apoyamos la meta 9.4.
En Biosabor invertimos en innovación para la mejora continua de nuestras técnicas de cultivo, y una muestra de ello son nuestras fincas experimentales, con lo que apoyamos la meta 9.5. Estos aspectos, unidos a la optimización del gasto de agua y energía, son clave para desarrollar la acción AE4: Actualizar y modernizar la infraestructura y los activos de la industria en las operaciones propias y de la cadena de suministro para que sean resistentes y sostenibles.
Contribuimos directamente a la meta 12.2 con nuestra actividad y nuestras técnicas de cultivo que optimizan el uso del agua y el cuidado de los suelos. Es de esta forma que, con un modelo comercial basado en la ecología, la optimización de las cantidades producidas según las ventas acordadas, y la gestión y reutilización de los excedentes y residuos, trabajamos también en la consecución de la acción empresarial AE1: Diseñar y adoptar un modelo comercial circular y responsable.
Por otro lado, en nuestra cadena de valor contemplamos todo el ciclo de vida de los productos, de forma que trabajamos en minimizar los desechos y reutilizarlos en la medida de lo posible, con especial hincapié en los desperdicios alimentarios que hemos reducido a niveles mínimos, con lo que apoyamos las metas 12.3 y 12.5. Estas mismas iniciativas que hemos planteado para la reutilización de excedentes, junto con la reducción de plásticos y tetrapacks, están alineadas con la acción AE3: Cambiar a una cartera de bienes y servicios que requieren y promueven un uso insignificante de los recursos y producen desperdicios mínimos.
En Biosabor desarrollamos una agricultura ecológica que tiene en cuenta su impacto en el entorno. Con ello colaboramos activamente en reducir las externalidades negativas de la actividad agricultora en el medio ambiente y en aumentar las positivas.
Así, el primer aspecto en el que hemos trabajado en este sentido ha sido el uso de invernaderos para el cultivo, que funcionan como reflectores de la radiación solar y como sumideros de CO2; y el segundo aspecto es la eficiencia energética de nuestras instalaciones de envasado, que se han diseñado para optimizar el consumo de energía con la producción de energía fotovoltaica y el diseño energéticamente eficiente. Es nuestra forma de trabajar alineados con las acciones empresariales AE1: Asegurar la resiliencia climática de las operaciones de la empresa, de la cadena de suministro, y las comunidades que la rodean y AE3: Cambiar a una cartera de bienes y servicios que tengan y promuevan emisiones insignificantes provenientes de su uso.
Pretendemos no sólo que nuestro impacto en la vida de los ecosistemas terrestres sea mínimo, sino también apoyar el desarrollo de los hábitats naturales de la zona de Almería, en línea con la meta 15.1. Y lo hacemos, entre otros, con el control biológico de las plagas, en el que introducimos diversas especies autóctonas que permiten gestionar las plagas y enfermedades, y que benefician al mantenimiento de la fauna y flora local.
Todo ello facilita la consecución de las acciones AE1: Implementar políticas y prácticas para proteger los ecosistemas naturales que se ven afectados por los negocios y las actividades de la cadena de suministro y AE2: Investigar, desarrollar y desplegar productos, servicios y modelos de negocio para ayudar a separar la actividad económica de la degradación de los ecosistemas naturales.