NOVEDADES EN LOS BENEFICIOS DEL TOMATE PARA EL PRIMER Y SEGUNDO CEREBRO
Investigaciones recientes mostraron que un mayor consumo en alimentos ricos en alfa y beta caroteno se asociaba a un menor deterioro cognitivo
Gazpacho, salmorejo, pan tumaca, sofrito de tomate, tomate seco y tomatito aliñado, son algunos ejemplos de la versatilidad culinaria de este producto tan mediterráneo, tan nuestro.
El tomate es versátil se mire por donde se mire. Las diferentes semillas, las técnicas de cultivo, las variedades, los formatos de comercialización, las técnicas culinarias y la multiplicidad de sus nutrientes con sus respectivas acciones sobre la salud.
Mientras el fruto crece colgado a su mata los diferentes nutrientes que contiene, las numerosas moléculas con actividad biológica que contiene y que proporcionan salud, van modificando sus concentraciones a medida que madura y cambia su color. Entre todas esas moléculas destacan los carotenoides, que son los pigmentos involucrados en el proceso de fotosíntesis de la planta, y los responsables del color amarillo, anaranjado y rojo que puede tener el tomate. Dentro de estos carotenos destacan el alfa y beta caroteno, más presentes en el tomate naranja de maduración media, y el licopeno, responsable directo del color rojo del tomate maduro y de la gran mayoría de sus propiedades saludables entre las que destacan la protección frente a enfermedades cardiovasculares, cáncer de próstata, enfermedades degenerativas de la vista y gran capacidad antioxidante.
Con respecto al alfa y beta caroteno, investigaciones recientes realizadas en población mayor de sesenta años, han mostrado que un mayor consumo en alimentos ricos en alfa y beta caroteno se asoció con un menor deterioro cognitivo (1). Otros estudios anteriores ya habían mostrado que niveles elevados de alfa caroteno en sangre se asociaba a una mejor función cognitiva (2) y de beta caroteno con una mejor memoria en población entre 65 y 94 años (3).
Investigaciones recientes mostraron que un mayor consumo en alimentos ricos en alfa y beta caroteno se asociaba a un menor deterioro cognitivo
Aunque los autores declaran que aún queda camino por recorrer hasta poder establecer una relación directa, si está claro que los resultados son prometedores especialmente para una sociedad longeva donde la esperanza de vida no hace más que aumentar y donde el objetivo no es solo vivir más sino mejor.
Por esta razón, la ciencia investiga cada vez más buscando alimentos o estrategias nutricionales que puedan ayudar a paliar o amortiguar el impacto que para el organismo supone envejecer y a la cabeza de dichas investigaciones se encuentra el estudio de la microbiota intestinal, órgano por donde pasan todos los alimentos que ingerimos y al que han denominado segundo cerebro por sus complejas y numerosas funciones vitales.
La microbiota es el conjunto de los microorganismos que están de forma normal en diferentes partes del cuerpo de los seres vivos, como el ser humano. Se compone de bacterias, hongos, protozoos, virus y arqueas. La más famosa es la microbiota intestinal, pero también tenemos microbiota en la boca, la zona urogenital, el aparato respiratorio o la piel.
La dieta en general tiene un papel fundamental en la composición y funcionamiento de la microbiota intestinal. En particular, dietas ricas en frutas, verduras y cereales integrales han sido asociadas con una microbiota más saludable. En lo que concierne a nuestro tomate, un estudio reciente llevado a cabo por la universidad de Ohio (EEUU) ha visto como el consumo de tomate durante 2 semanas mejora el perfil del microbioma intestinal (4).
Este estudio da un paso más analizando el microbioma que es un concepto más amplio que el de la microbiota el cual incluye los conjuntos de comunidades microbianas, genes y metabolitos, así como las condiciones ambientales que los rodean. Se suplementaron durante 14 días 20 ratones con concentrado de tomate y se observó que aquellos suplementados tenían una microbiota más rica con un mayor contenido en microorganimos asociados a la mejora de numerosas enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes II, inflamación y obesidad.
El consumo de tomate mejora el perfil de microorganismos intestinales asociados a enfermedad cardiovascular, diabetes II, inflamación y obesidad.
Este hallazgo ayuda a la ciencia a entender los mecanismos mediante los cuales los nutrientes contenidos en el tomate ejerce sus beneficios, lo que será clave para establecer pautas de consumo saludables que incluyan este vegetal tan rico para nuestra salud como para nuestra economía.
En Biosabor, te recordamos que disponemos de un gran abanico de variedades para que puedas disfrutar de este delicioso y saludable vegetal tanto en sólido como en líquido.
TOMATE Y SUS VARIEDADES
GAZPACHOS Y SALSAS
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(1) Zhong Q, Sun W, Qin Y, Xu H. Association of Dietary ?-Carotene and ?-Carotene Intake with Low Cognitive Performance in Older Adults: A Cross-Sectional Study from the National Health and Nutrition Examination Survey. Nutrients. 2023; 15(1):239
(2) Liu, X.; Dhana, K.; Furtado, J.D.; Agarwal, P.; Aggarwal, N.T.; Tangney, C.; Laranjo, N.; Carey, V.; Barnes, L.L.; Sacks, F.M. Higher circulating alpha-carotene was associated with better cognitive function: An evaluation among the MIND trial participants. J. Nutr. Sci. 2021;10:e64.
(3) Perrig, W.J.; Perrig, P.; Stahelin, H.B. The relation between antioxidants and memory performance in the old and very old. J. Am. Geriatr. Soc. 1997, 45, 718–724
(4) Goggans ML, Bilbrey EA, Quiroz-Moreno CD, Francis DM, Jacobi SK, Kovac J, Cooperstone JL. Short-Term Tomato Consumption Alters the Pig Gut Microbiome toward a More Favorable Profile. Microbiol Spectr. 2022 Dec 21;10(6):e0250622.