Llegan el frío y el gazpacho de invierno

Una vez más el frío llega de repente y aunque sepamos que tenía que pasar, nos pilla desprevenidos. Esto implica que tan rápido como tenemos que sacar los abrigos y edredones, tendremos que preparar nuestra despensa para comer caliente y nutritivamente intentando frenar en la medida de lo posible los molestos resfriados.

Para contribuir al ritual otoñal, Biosabor lanzó el año pasado al mercado el Gazpacho de Invierno para permitir mantener los sabores del verano durante todo el invierno. ¿Y cómo conseguimos esto? La motivación inicial surgía del saber que disponiendo de un producto tan sano y de tan buena calidad como el gazpacho, era una verdadera pena que solo se consumiera  en verano, siendo esto sobretodo una cuestión cultural y de hábitos pues ¿a caso no tomamos zumos refrigerados en invierno?¿y agua del frigorífico? ¿ensaladas?.

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Pero aun así parece que con el frío se consumen más alimentos calientes y verduras en forma de purés o sopas. El inconveniente de esto es que muchos  vegetales pierden sus nutrientes al ser cocinados y por esto dichas sopas podrían no ser tan nutritivas como se piensa. Por esta razón haber sacado al mercado una crema de verduras no habría asegurado el que fuese tan nutritivo como el gazpacho que está elaborado con vegetales crudos y es más parecido a una ensalada liquida que a una sopa.

De aquí nace el gazpacho de invierno, una fusión entre sopa de verduras caliente invernal y el sabroso gazpacho veraniego cuyos ingredientes ecológicos de temporada especialmente seleccionados con fines nutritivos  y lo mejor de todo, en crudo. Estos ingredientes además de los tradicionales del gazpacho son el brócoli, la calabaza, el calabacín y la zanahoria, todos ecológicos,  y se puede consumir tanto a temperatura ambiente como caliente. 3 minutos de calor serán suficientes para calentarlo sin cocinar los vegetales y evitar pérdidas de nutrientes.

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¿Cómo y con qué te puedes tomar el gazpacho de invierno?

          Caliente con huevo. Introducir el huevo crudo en el gazpacho y calentar hasta que se cuaje.

          Caliente con taquitos de boniato y calabaza. Meter una bandeja en el horno con taquitos de boniato y calabaza y una vez que estén cocinados añadir al gazpacho ya calentado.

          Frío con taquitos de papaya y perejil. Puedes trocear la papaya en su punto de maduración. Recuerda las propiedades de la papaya aquí.

          A temperatura ambiente antes de las comidas como elemento nutritivo, bajo en calorías y saciante.

Su composición nutricional destaca por ser rico en minerales como el calcio, fósforo, potasio, magnesio y zinc;  vitaminas A, B3 y K; polifenoles y licopeno, además de un bajo contenido en calorías por tener solo verduras y menos aceite de oliva que el gazpacho tradicional. Esto lo hace apto para diferentes personas y situaciones como reconstituyente después del deporte, saciante antes de la comida, para asegurar que los niños comen verdura, como comida rápida o sencillamente porque te apetezca disfrutar de su sabor.

Como  garantía de todo esto, la primavera pasada, el gazpacho de invierno recibió el Premio Nutrigold 2016 al producto más innovador. Esto ocurrió en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, durante la celebración de las XX Jornadas de Nutrición Práctica organizadas por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, la Fundación Alimentación Saludable y la consultora especializada en el ámbito de la salud SPRIM.  Toda la información con respecto al premio y al evento aquí.