BLW o alimentación autorregulada por el bebé

Son las siglas de BABY LED WEANING, que podría traducirse como alimentación dirigida por el bebé, autorregulada o a demanda. Consiste en introducir alimentos sólidos, sin pasar por purés o triturados, siendo el propio bebé el que se alimenta desde el principio por si mismo, ofreciendo siempre trozos de alimentos blandos que él pueda coger con las manos y llevarlos a la boca, masticarlos con los dientes o las encías (si todavía no tiene dientes) y tragarlos cuando esté preparado. El adulto siempre tiene que comprobar que los trocitos que ofrece, se pueden aplastar con sus propios dedos.

La iniciación de este tipo de alimentación complementaria empezará alrededor de los 6 meses, ya que hasta ese momento, el bebé se alimentará exclusivamente de leche materna o fórmula infantil y como bien indica su nombre, su papel es el de complementar, ya que la lactancia materna o en su defecto, las fórmulas infantiles, continuarán hasta las 12 meses.

El momento exacto para empezar a introducir otro tipo de alimentos dependerá principalmente de tres factores:

  • Madurez neurológica: a partir del 4 mes aproximadamente, el bebé es capaz de sentarse con apoyo, levantar la cabeza y llevarse las manos a la boca. Además, comienza a desaparecer el reflejo de extrusión, por el cual, expulsan de la boca cualquier alimento sólido con la ayuda de la lengua.
  • Madurez gastrointestinal: el desarrollo inmunológico intestinal se alcanza alrededor de los 6 meses.
  • Madurez renal: a partir de los 6 meses, la función renal trabaja mejor los componentes de la dieta

En resumen, si comprobamos que nuestro bebé los 6 meses, está sano, se mantiene sentado y erguido sin ayuda, ha perdido el reflejo de extrusión y muestra curiosidad e interés por la comida, está preparado para empezar con BABY LED WEANING.

No debemos empezar antes con este tipo de alimentación complementaria, ya que podríamos enfrentarnos a riesgos tales como:

  • Desnutrición, anemia o deficiencias nutricionales, debido a las interferencias en la absorción de nutrientes presentes en la leche materna o por disminución en la ingesta de esta o fórmulas infantiles.
  • Enfermedad respiratoria por un accidente de bronco aspiración.
  • Mayor riesgo de obesidad en el futuro, porque si no tiene madurez para presentar saciedad, podría existir sobrealimentación.
  • Aparición de diarreas, por inmadurez gastrointestinal.

A la hora de empezar, se le puede ofrecer cualquier comida sana y saludable. Frutas como plátano o pera, vegetales como calabaza o calabacín, tubérculos como la patata. Es importante ir introduciendo alimentos de uno en uno para evitar alergias o intolerancias y sobre todo, hay que tener en cuenta que alimentos no puede comer:

  • Sal: no recomendada antes del año, ya que sus riñones son muy pequeños todavía.
  • Azúcar: caries dental y para no crear hábito.
  • Miel: riesgo de contraer botulismo.
  • Verduras de hoja verde: espinacas, acelgas,.. altos niveles de nitritos. No recomendado antes del año.
  • Pescados grandes: altos niveles de mercurio.
  • Marisco: altos niveles de cadmio.
  • Carnes poco hechas o huevo crudo: riesgo de intoxicación.
  • Alimentos desnatados o bajos en grasa: la grasa es una fuente importante de calorías, importantísimas a esa edad.
  • Frutos secos enteros: no recomendados antes de los 3 años por riesgo de atragantamiento y siempre vigilados por un adulto.
  • Algas: altísimas cantidades de yodo.
  • Bebidas de arroz: elevados niveles de arsénico.
  • Alimentos preparados: contienen sal, azúcar, aditivos, calorías vacías, y aportan poco.
  • Leche de vaca: no recomendado antes del año.
  • Derivados lácteos: no recomendados antes de los 10 meses.

Uno de los principales temores es el atragantamiento, y para poder tratarlo, debemos diferenciar entre arcadas, por las cuales el bebé intentará expulsar cualquier alimento para devolverlo a la parte delantera de la boca y sentirse seguro antes de tragarlo, y asfixia o ahogo, que se refiere a cuando el flujo se ve interrumpido por la presencia de un trozo de alimento que obstruye las vías respiratorias. Para evitar que esto ocurra, lo primero es mantener la calma y por supuesto, seguir las medidas de seguridad tales como:

  • Asegurar que el trozo sea blando, aplastándolo con tus propios dedos.
  • Ofrecer trozos grandes.
  • Posición correcta del bebé.
  • Nunca dejes de supervisarlo.
  • Es recomendable hacer un curso de primeros auxilios.
  • Evitar ofrecer alimentos pequeños y muy duros.

Para la tranquilidad de los que se inicien en BLW, los últimos estudios demuestran que no hay mayores episodios de atragantamiento en niños alimentados con BLW, que en niños alimentados a base de papillas y purés.

Con lo cual, animo a todo el mundo a ponerlo en práctica, porque es la mejor opción para el bebé de ahora y el niño y adulto del futuro.