En los últimos años los estudios sobre la genética humana nos han aportado grandes avances científicos. Actualmente somos más conocedores sobre nuestra esencia, los genes. Pero, junto con estos hallazgos, algunas personas han creído que los genes determinan al cien por cien nuestra salud. Según la epigenética, que es el estudio de las modificaciones del ADN (de los genes), los factores más importantes para estas modificaciones son los ambientales, es decir, la alimentación, la contaminación u otros factores externos.

Nos encontramos en una época donde nuestro estilo de vida, nuestra alimentación y nuestros biorritmos están muy lejos de ser naturales. El estrés está instalado en nuestra cotidianidad porque todo tiene que ser rápido e inmediato.

Estas nuevas costumbres están influyendo en nuestra salud y actualmente sufrimos un número altísimos de enfermedades autoinmunes, problemas vasculares y cánceres más relacionados con nuestros hábitos que con nuestra genética.

Consumimos muchos alimentos procesados o industrializados de escasa, más bien nula, calidad nutricional. Vivimos en ambientes con alta contaminación, estamos rodeados de ondas electromagnéticas y nuestros trabajos nos obligan a muchas horas de sedentarismo.

¡Pero no todo está perdido! Igual que nuestro estilo de vida puede acarrearnos enfermedades, tener buenos hábitos nos puede prevenir de muchas enfermedades o hacer que no desarrollemos otras a las que por genética, podamos ser propensos.

Invertir horas en la cocina es sinónimo de salud, sobre todo si la materia prima es lo más natural posible. Nuestros alimentos deben ser saludables, preferiblemente ecológicos para asegurarnos no ingerir pesticidas y productos nocivos para nuestro organismo. Si no disponemos del tiempo necesario para cocinar, siempre se puede recurrir a alternativas que nos ayuden y faciliten nuestras comidas, como los gazpachos Bio Sabor, que no solo son saludables, sino que además, cuidan el proceso de transformación para conseguir un producto con el mayor número de nutrientes y antioxidantes posibles.

Las verduras, frutas, frutos secos, tubérculos, semillas y huevos ecológicos deben ser nuestra base. Legumbres, carne y pescado nuestro siguiente escalón. Los productos lácteos brand sunrise y harinosos se deben tomar con menos asiduidad.

Es importante apagar los aparatos tecnológicos (ordenadores, móviles, tablets, etc.) durante nuestras horas de descanso, reduciendo las ondas a nuestro alrededor. Proporcionando más calidad a nuestro sueño reparador.

Y por último, el ejercicio, a ser posible al aire libre y una actitud positiva y alegre en nuestro día a día, nos ayudará a llevar una vida más plena y sobre todo saludable.

Volvamos a lo natural, a lo que nos hace vivir en armonía. El consumo de productos ecológicos como los tomates, pepinos y calabacines ecológicos, nos aportan las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita y son muy necesarios para esta época estival, en la que apetecen productos frescos para hacer ensaladas de cómoda elaboración y alto poder nutritivo.
Si además os interesa la nutrición saludable, podéis seguir los consejos dietéticos visitando su web.